Hay veces en que una disciplina artística no te es suficiente para expresarte. Entonces echas mano de otra. Desde chiquito la música me ha encantado. Me hubiera gustado tener dos cuerpos: uno para la pintura y otro para la música. Pero todo no se puede. Así que en la música me quedé a mitad de camino; una frustración con la que tendré que vivir para siempre.
Hace unos 5 o 6 años, mientras vivía en la Ciudad de México, tuve un periodo de “enclaustramiento” de casi seis meses en mi habitación, sin ganas de salir ni pintar nada. Y fue entonces cuando me llegó una musa, y me puse a componer con mi guitarra. De ahí salieron unas 7 u 8 canciones, de las que sólo tuve oportunidad de grabar esta.
Cruce de elementos es una canción sencilla. La letra es un tanto abstracta, y me gusta que cada quien la decifre a su manera. En mi mente quedaron las partes para los instrumentos con los que no contaba. Incluso había una sección que llevaba una trompeta. Grabé una pista de bajo eléctrico pero como no tenía un buen equipo de mixeo, distorsionaba mucho el resto de las pistas; así que la descarté. Total, que la grabación casera quedó con dos pistas de guitarra, una extra de guitarra haciendo las partes simplificadas del bajo, tres de voz, y un poco de filtro “flange” al final para darle atmósfera al “outro” (esta parte originalmente era la introducción, y lo cambié para el cierre en último momento). El equipo, el micrófono, la guitarra eran marca Fisher Price, por eso suena todo a eco de baño. El lugar no era un estudio de grabación, sino mi cuarto, con la cama, la ropa, potes de pintura y demás porquerías. Además tenía vecinos jodones, y por eso a veces la voz se oye medio contenida o ahogada, como si no quisiera que sonara alto.
Ojalá algún día alguien con buena voz, un buen arreglo y unos buenos músicos pudieran hacerle justicia a la canción. Por mientras, aquí pongo este “demo”, si así puede llamarse, de mis Bedroom Sessions mexicanos. Espero que lo disfruten, y perdonen los desafines.
Cruce de elementos.mp3 - DESCARGA AQUÍ
Letra y música por J.L. Giles Rivera, copyrights © 2001.
El viento gira
Sopla ya una verdad
La lluvia me anima
A salir e irte a buscar
Si no fuera que te has ido de aquí
Qué tendría que me impulsara a seguir
La tierra me enfrenta
Sin mostrar el camino que andar
Tu fuego la incendia
Marcando como llegar
Si no fuera que te has ido de aquí
Qué tendría que me impulsara a seguir
Cruce de elementos
Te pintan y no sabes
Recuerdo del tormento
Que corta como rojo sable
Como agua que limpia
Tus lagrimas me bañaran
Aunque te arrepientas
Brotaran como manantial
Si no fuera que te has ido de aquí
Qué tendría que me impulsara a seguir
Cruce de elementos
Te pintan y no sabes
Recuerdo del tormento
Que corta como rojo sable
Te indican el momento
Conceden lo que quieras
Desnudo me presento
En fuego, aire, agua y tierra
lunes, 27 de agosto de 2007
martes, 21 de agosto de 2007
¿Qué es la trascendencia en el arte?
Una de las características más importantes que distinguen al ser humano entre los animales, es su conciencia; la capacidad de pensarse a sí mismo como sujeto pensante. Una de las manifestaciones de la conciencia es la búsqueda de significado. El ser humano quiere definirse, encontrar un propósito para su vida, establecer valores, prioridades, explicarse dentro del contexto social que lo rodea, hallar su lugar, saber quién es. El significado puede encontrarse en las actividades mentales del individuo, su pensamiento, ideología, sus creencias, etc. Pero para algunas personas esto no basta; el significado debe hallarse en el plano de las acciones: El ser humano es lo que hace. Una manera en la que el ser humano se define es en base al rol que juega frente a las oposiciones y condicionamientos que le llegan del exterior y el interior. La naturaleza impone unos límites espacio-temporales a todo ser vivo. Tenemos un tiempo determinado de vida, un cuerpo limitado a un lugar preciso, y una conciencia circunscrita. En la búsqueda por transgredir esas limitaciones es donde se encuentra el significado para la palabra trascendencia.
Cuando insertamos el término trascendencia dentro del contexto del arte, nos referimos a las actividades artísticas por las cuales el ser humano busca vencer las limitaciones que imponen el espacio, tiempo y su propia condición humana. Mediante el arte, el ser humano intenta ir más allá de la muerte. Las obras de arte aspiran a la eternidad. El arte también, de cierta manera, permite al ser humano existir en muchos lugares al mismo tiempo. Las obras de arte son extensiones de su creador. Así mismo el arte permite comunicar al exterior ideas y sentimientos que por naturaleza son internos y contenidos. El arte rompe el cerco del sujeto, y nos permite entrar en contacto con otras conciencias. El arte abre al individuo, lo rescata de la soledad. No importa dónde nos encontramos, o si estamos solos, en la apreciación del arte siempre existen dos o más.
El significado que el ser humano halla para sí mismo parte del hecho de que somos limitados. Pero eso no impide que miremos a horizontes y aspiremos a ellos. El significado no sólo se halla en lo que somos, sino en lo que hacemos para ser. La labor del arte es propiciar un vehículo de trascendencia para aquellos que, aun reconociendo su limitada condición humana, se resisten a permanecer estáticos. El arte es la mayor aspiración a vencer la tragedia que supone la vida, utilizando los medios que la vida misma nos ha dado; llegar a ser más allá del tiempo y el espacio.
JLG
Cuando insertamos el término trascendencia dentro del contexto del arte, nos referimos a las actividades artísticas por las cuales el ser humano busca vencer las limitaciones que imponen el espacio, tiempo y su propia condición humana. Mediante el arte, el ser humano intenta ir más allá de la muerte. Las obras de arte aspiran a la eternidad. El arte también, de cierta manera, permite al ser humano existir en muchos lugares al mismo tiempo. Las obras de arte son extensiones de su creador. Así mismo el arte permite comunicar al exterior ideas y sentimientos que por naturaleza son internos y contenidos. El arte rompe el cerco del sujeto, y nos permite entrar en contacto con otras conciencias. El arte abre al individuo, lo rescata de la soledad. No importa dónde nos encontramos, o si estamos solos, en la apreciación del arte siempre existen dos o más.
El significado que el ser humano halla para sí mismo parte del hecho de que somos limitados. Pero eso no impide que miremos a horizontes y aspiremos a ellos. El significado no sólo se halla en lo que somos, sino en lo que hacemos para ser. La labor del arte es propiciar un vehículo de trascendencia para aquellos que, aun reconociendo su limitada condición humana, se resisten a permanecer estáticos. El arte es la mayor aspiración a vencer la tragedia que supone la vida, utilizando los medios que la vida misma nos ha dado; llegar a ser más allá del tiempo y el espacio.
JLG
jueves, 2 de agosto de 2007
¿Qué sentido tiene la abstracción? (parte 3): La capacidad de síntesis
En el post anterior hablé de la transición en el arte infantil, donde el niño pasa del dibujo esquemático a un dibujo realista. Cuando el niño tiene unos 10 u 11 años, quiere que sus dibujos parezcan naturales. La lógica le dice que mientras más detalles copie más realista será su dibujo. Pero esto no siempre es así.
Cuando mencioné el caso del dibujo del pelo, lo hice para explicar que en algunos casos, el hecho de copiar detalles no necesariamente produce un dibujo más natural. La tendencia del niño de esta edad, será a querer dibujar el pelo uno por uno. Pero los resultados no siempre son los que espera. El pelo dibujado así, suele verse tieso, como alambre. Y ese problema surge porque el niño quiere dibujar lo que SABE, en vez de lo que ve.
La realidad es que pocas veces vemos el pelo de la gente hebra por hebra. Para eso hace falta una mirada bien de cerca (zoom in). Cuando caminamos por la calle, nos fijamos en el color, el volumen, el recorte, si el pelo es liso o rizado. Pero no vemos los pelos uno por uno. Más bien, la mirada cotidiana lo que nos muestra es una masa, donde interactuán luces y sombras. Dibujar el cabello pelo por pelo, es como querer dibujar el mar gota a gota.
El niño que desea dibujar de manera naturalista debe cambiar su mirada. Olvidarse de prejuicios que le brinda su conocimiento. En el caso del cabello, por ejemplo, el niño debe olvidar que el cabello se compone de pelos separados. Debe mirar el cabello como si fuera algo que ve por primera vez. Lo que ve son luces, sombras, colores, texturas.
Para poder dibujar del natural, hace falta prestar atención a los detalles. Pero el paso posterior más importante es lograr producir una síntesis de esos detalles. Un buen dibujante puede dar la ilusión de que ha pintado un cabello muy realista, con unos pocos trazos. Esa síntesis no es otra cosa que una capacidad de abstracción. Se abstrae la esencia del fenómeno visual que se traduce a un equivalente plástico, digamos una pincelada o un trazo de lápiz.
Foto: La síntesis es una capacidad de abstracción característica de todos los grandes maestros de la pintura. Observen cómo en ésta, Whitaker construye el pelo partiendo de una mancha. Los detalles del pelo son mínimos. No vemos el cabello pelo por pelo, sin embargo los trazos crean la ilusión correcta. A veces "menos es más". El reto es que el dibujante preadolescente pueda darse cuenta de este hecho. Para eso debe descartar la idea de que "más es mejor".
Popularmente existe un gran desconocimiento sobre qué significa la abstracción en términos artísticos. La gente piensa que abstraer es sinónimo de pintar manchas y garabatos. Hay una diferencia entre abstracción (que es la capacidad sintética de la que hablamos) y abstracción pictórica (un tipo de pintura que no se basa en representar la naturaleza tal cual aparece ante los ojos). A eso debemos añadir que todas las pinturas realistas contienen en mayor o menor grado una dosis de abstracción. El artista no puede clonar la realidad, sólo copiarla. El proceso de copiar no deja más remedio que sintetizar, abstraer. Lo mismo le ocurre a una cámara de fotografiar. Incluso a nuestros ojos. No todas las miradas son iguales. La mirada puede ser inconciente o puro reflejo, pero también puede ser un acto de voluntad. Y como tal, es un acto dirigido. A diferencia de otros sentidos, en la visión podemos escoger mejor lo que nos interesa. La visión es quizá el sentido más selectivo de todos. Esta característica es quizá lo que lo hace un sentido capaz de transformarse mediante la educación; lo que llamamos educación y cultura visual.
Así como el niño pequeño abstrae en su mente cuáles son los rasgos más característicos de un árbol, para representarlo. En el arte realista, el niño también debe abstraer la esencia de lo que mira. La diferencia es que el primer caso es una representación simbólica, y el segundo una naturalista. La primera apela más a nuestro intelecto (a procesos relacionados al hemisferio izquierdo, lenguaje, etc.), y la segunda más al lado perceptivo, a nuestra experiencia como fenómeno visual exterior (al hemisferio derecho).
Debemos entonces comprender que la abstracción siempre está presente en todo el arte, pues la síntesis es inherente en toda actividad plástica. La síntesis-abstracción puede tener diversos fines: producir un arte simbólico, también uno realista. Entonces, ¿qué papel juega la abstracción en eso que llamamos "pintura abstracta"?
(continúa)
Cuando mencioné el caso del dibujo del pelo, lo hice para explicar que en algunos casos, el hecho de copiar detalles no necesariamente produce un dibujo más natural. La tendencia del niño de esta edad, será a querer dibujar el pelo uno por uno. Pero los resultados no siempre son los que espera. El pelo dibujado así, suele verse tieso, como alambre. Y ese problema surge porque el niño quiere dibujar lo que SABE, en vez de lo que ve.
La realidad es que pocas veces vemos el pelo de la gente hebra por hebra. Para eso hace falta una mirada bien de cerca (zoom in). Cuando caminamos por la calle, nos fijamos en el color, el volumen, el recorte, si el pelo es liso o rizado. Pero no vemos los pelos uno por uno. Más bien, la mirada cotidiana lo que nos muestra es una masa, donde interactuán luces y sombras. Dibujar el cabello pelo por pelo, es como querer dibujar el mar gota a gota.
El niño que desea dibujar de manera naturalista debe cambiar su mirada. Olvidarse de prejuicios que le brinda su conocimiento. En el caso del cabello, por ejemplo, el niño debe olvidar que el cabello se compone de pelos separados. Debe mirar el cabello como si fuera algo que ve por primera vez. Lo que ve son luces, sombras, colores, texturas.
Para poder dibujar del natural, hace falta prestar atención a los detalles. Pero el paso posterior más importante es lograr producir una síntesis de esos detalles. Un buen dibujante puede dar la ilusión de que ha pintado un cabello muy realista, con unos pocos trazos. Esa síntesis no es otra cosa que una capacidad de abstracción. Se abstrae la esencia del fenómeno visual que se traduce a un equivalente plástico, digamos una pincelada o un trazo de lápiz.
Foto: La síntesis es una capacidad de abstracción característica de todos los grandes maestros de la pintura. Observen cómo en ésta, Whitaker construye el pelo partiendo de una mancha. Los detalles del pelo son mínimos. No vemos el cabello pelo por pelo, sin embargo los trazos crean la ilusión correcta. A veces "menos es más". El reto es que el dibujante preadolescente pueda darse cuenta de este hecho. Para eso debe descartar la idea de que "más es mejor".
Popularmente existe un gran desconocimiento sobre qué significa la abstracción en términos artísticos. La gente piensa que abstraer es sinónimo de pintar manchas y garabatos. Hay una diferencia entre abstracción (que es la capacidad sintética de la que hablamos) y abstracción pictórica (un tipo de pintura que no se basa en representar la naturaleza tal cual aparece ante los ojos). A eso debemos añadir que todas las pinturas realistas contienen en mayor o menor grado una dosis de abstracción. El artista no puede clonar la realidad, sólo copiarla. El proceso de copiar no deja más remedio que sintetizar, abstraer. Lo mismo le ocurre a una cámara de fotografiar. Incluso a nuestros ojos. No todas las miradas son iguales. La mirada puede ser inconciente o puro reflejo, pero también puede ser un acto de voluntad. Y como tal, es un acto dirigido. A diferencia de otros sentidos, en la visión podemos escoger mejor lo que nos interesa. La visión es quizá el sentido más selectivo de todos. Esta característica es quizá lo que lo hace un sentido capaz de transformarse mediante la educación; lo que llamamos educación y cultura visual.
Así como el niño pequeño abstrae en su mente cuáles son los rasgos más característicos de un árbol, para representarlo. En el arte realista, el niño también debe abstraer la esencia de lo que mira. La diferencia es que el primer caso es una representación simbólica, y el segundo una naturalista. La primera apela más a nuestro intelecto (a procesos relacionados al hemisferio izquierdo, lenguaje, etc.), y la segunda más al lado perceptivo, a nuestra experiencia como fenómeno visual exterior (al hemisferio derecho).
Debemos entonces comprender que la abstracción siempre está presente en todo el arte, pues la síntesis es inherente en toda actividad plástica. La síntesis-abstracción puede tener diversos fines: producir un arte simbólico, también uno realista. Entonces, ¿qué papel juega la abstracción en eso que llamamos "pintura abstracta"?
(continúa)
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