martes, 25 de diciembre de 2007

¿Qué necesitamos los artistas para ser artistas?

Muchas veces he pensado por qué escogí un oficio tan difícil. Elegir ser artista plástico es, en términos prácticos, un suicidio profesional. Si es casi imposible poder vivir del arte, entonces, ¿por qué querer dedicarse a él?

El amor al arte

Al artista no sólo le gusta el arte. El artista se siente enamorado del él. El pintor ama la pintura. La necesita así como cualquier persona corriente necesita el aire, su tasita de café mañanero, el periódico en su sofá, o ver el futbol los domingos. El arte es su necesidad. Pero más allá, también es, quizá, su razón para vivir.

En mi opinión los verdaderos artistas (y digo "verdaderos" pues hoy día abundan los espurios), tienen presente cuatro cualidades esenciales:

1) Talento - Es decir, lo que les viene de fábrica; lo genético. El talento está o no está. Si no está no hay nada que hacer. Sin embargo, sí está, siempre se puede desarrollar. Si se fomentan prácticas artísticas en los niños, éstos pueden mostrar si tienen aptitudes o no.

2) Técnica - El oficio bien aprendido. Sin técnica el talento se ve limitado. Hace falta estudiar mucho la pintura del pasado, los grandes maestros de todas las épocas. Todos ellos tienen mucho que enseñarnos. El que cree saberlo todo, que su genio es tan absoluto, entonces dejémoslo en el Sinaí de su ego. La verdad es que mientras más técnica y oficio hay, mayor capacidad de expresión tiene una artista. (Por eso hoy día escacean los artistas verdaderos. No se les enseña el arte como un oficio, sino como una actividad equivalente a un fenómeno "inexplicable". Por eso se necesita de los críticos, quienes fungen de supuestos traductores de los actos que realiza el oráculo en trance.) Me gusta la definición de Tolstoi: "Artista es aquel que puede pintarlo TODO." Me pregunto, ¿cuántos artistas contemporáneos podrían "pintarlo todo"?

3) Sensibilidad - Este elemento viene tanto de fábrica como del aprendizaje. El artista sensible tiene la capacidad de sentir el color y la forma de un modo que el ser corriente no tiene. El mayor reto del artista es conseguir comprender el lenguaje que "hablan" el color y la forma, y adaptarlo a sus necesidades expresivas. Para apreciar el arte, no hacen falta las palabras (por eso lo críticos sobran). El arte se siente o no se siente, como la música. Gusta o no gusta. Llega o no llega. Y ya está. Primero el ojo; el corazón después. El artista puede desarrollar su sensibilidad con los años, y también ayudar al público (dispuesto) a sensibilizarse. Ahí reside la belleza de su trabajo. Una cosa es cierta: el ojo se sensibiliza mirando, no leyendo ni hablando. El verdadero arte habla en el silencio. La abundancia de palabras, teorías y literatura es mal síntoma.

4) Vocación - Un maestro mío decía "Son muchos los llamados, pero poco los elegidos." Que nos guste el arte no es suficiente para ser artistas. La vocación no debe confundirse con las aspiraciones profesionales. No es lo mismo vivir del arte (profesión), que vivir para el arte (vocación). La vocación tiene algo de ser esclavo del arte, así como todos los seres lo son de su trabajo. (Vagos y cuponeros de 5ta generación excluídos, claro está.) El artista sabe que no hay opción fuera del arte. Es un imperativo que se lleva en el alma. Muchos talentos se quedan a medio camino, pues les falta este elemento, o porque sus padres les impiden realizarse, etc. La vocación verdadera aflora tarde o temprano.

Estas son las cualidades que entiendo son indispensables en todos los artistas. Quizá hallan más. No sé. Espero sus opiniones.

JLG

Vuelta a la figuración

En los últimos años estuve haciendo pintura abstracta. Ahora es tiempo de volver a las raíces. La figura humana ha sido mi "tema" favorito de siempre. Espero que esta nueva serie lo haga notar. Iré posteando más imágenes a medida que las vaya realizando.

JLG